"Gira, gira, gira,
gira muchacha,
teje el hilo
de tu destino."
(Víctor Jara)
Borda los días
como la vida,
como la muerte.
Acuna una niña
como tardando su suerte.
Cotorra aprendió
a no decirse,
a descifrar el color morado
del silencio.
Aprendió a coser
una pena con otra
y con la rabia.
A deshilachar la vergüenza.
A dejar de pincharse la lengua,
A no coserse los labios.
Aprendió a hilvanar
su batalla a otras batallas.
La tragedia de su piel
a la de su clase.
A otros silencios,
a otras vergüenzas,
a otras heridas
nunca vengadas.
Y para abrigar la vida
tejió otras sangres
tantas veces derramadas.
Las hizo arder
nuevamente en sus venas.
Rearmó la trama
a la que pertenecían
y eran diseños fabulosos.
Hombres y mujeres
hilanderos de telas
que vestirían el futuro,
arrancadas de la vida
sólo a punta de fusil.
Ahora trenza la cuerda,
cuerda cortada,
cortada y rearmada,
rearmada por tantos.
Trenza la cuerda
que ahorcará al patrón,
al violador
y al tirano.
Trenza la cuerda
para atar
el oscuro pasado
con un mañana claro.
Demás que acá hay una mujer sacudiendo bien las sabanas y el mantel, y cada vez golpea más fuerte, se quiebran las cosas y sigue sacudiendo, y sus golpes son gritos. Demás que hay una niña tierna, pero armada y apuntando claro, ultra posicionada.
ResponderEliminarMás que eso, hay una mujer que se a formado en el rencor del genero aprisionado y que ahora se subleva junto a compañeras y compañeros que han sido pisoteados en esta vida... Tal vez no sean ellos, tal vez los venideros quienes derroquen a aquellos que de la opresión a nosotros han hecho su vida...
ResponderEliminarEsa niña es ahora es una mujer, dispuesta a luchar por lo justo y por mucho, mucho más...
Dedo para arriba para ti.
ResponderEliminarjovi es tu blog?
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